¿Me oyes, universo?

Juré que volvería.. ¿Ves? Estoy aquí, tal como dije. 

Estás aquí.. No, no estás. Sigues estando al otro lado de la pantalla, como siempre. Y yo sigo soñando con esa voz que nunca he oído ¿Sabes? Sigo esperando a que pase un año más, sólo un año más y poder irme en cualquier momento, llegar, verte, sonreír y lanzarme a tus brazos. Esa ilusión no me la quita nadie. Y.. sé que tú ya rompiste esa promesa, esa de que vendrías y estudiarías conmigo en cuanto cumplieras 18, aquí en esta Universidad. Ahora, yo tengo otros planes y tú, tú tienes otra vida. Yo quizás tenga que irme, a Madrid, quién sabe, para poder hacer lo que quiero. Nunca podremos estar juntos, ya ves. Y nadie me echará de menos aquí cuando no esté. Ni siquiera tú. Ya me olvidaste. Y ahora que se acerca nuestra fecha, quizás te estés acordando un poco más, pero tu vida sigue un rumbo distinto y la promesa que me hiciste de desaparecer es más fuerte que la de quererme toda tu maldita vida ¿No es cierto? Yo mantengo la promesa de no olvidarte, has condicionado toda mi vida. ¿No lo ves? Hace dos años, dos malditos años que no miro más allá de ti. He intentado seguir, todo sale mal. Y ahora alguien te imita, asegurándome amor pero alejándose de todas maneras. Me ha recordado a ti, sí.. Y aquí estás tú, en San Fernando, tan lejos de mí. Y tus palabras son fantasmas, pasado, imposibles. Tus palabras me hacen tenerle miedo a todo, pero mira.. es un miedo con razón, sabía que tenía miedo por algo esta vez, llevaba razón. Gracias por enseñarme a no entregarme, porque todo al que te entregas, te acaba fallando.