Siempre estamos preguntándonos: ¿Por qué? Y muchas veces esa pregunta necesita respuesta. Pero otras veces, no es necesario ni siquiera hacer la pregunta.
No hacen falta mil razones para explicar por qué queremos a alguien, simplemente lo hacemos, y aunque intentemos explicarlo, aunque no tengamos razones, va a seguir siendo así..
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