Ninguna promesa se cumple, todos cambiamos de opinión y nos negamos a cumplirlas. Ni siquiera las promesas que nos hacemos a nosotros mismos. Ni las que hacemos a las personas a las que más amamos. Nada, ninguna promesa es cierta. Con el tiempo.. simplemente.. se desvanece, carece de interés, le quitamos importancia.. y queda en nada, como si nunca hubiera existido.
Y si alguien cumple una promesa que te hizo (una promesa de las importantes) entonces es que es de las pocas personas a las que realmente importaste.
Yo ya casi no creo en las promesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario