29 de septiembre de 2011

Cuando vuelves a enamorarte, cuando vuelves a sentirlo todo tan vivo, sientes la misma adrenalina que cuando alguien te envenena y tienes que aprovechar los últimos momentos. En ambas se sufre igual y en ambas cada momento puede ser el último. O el primero. Dependiendo de cómo lo miremos. 

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