¿Me oyes, universo?

A little bit of past

"Hagamos que esto dure para siempre"

Su vida comienza 15 años antes de escuchar esa frase, un día cualquiera de un mes de primavera, con una sonrisa en el rostro de su padre, aunque fuera el que menos se merecía sonreír. No tenía nada nuevo, era una niña cualquiera, delgadita y que nació con algunos problemas, con los ojitos grandes y el pelo rubio, liso. Era tímida, lo fue desde el primer momento. Se escondía tras sus manitas, mirando a los demás por entre los dedos, sentada en su carrito. Y sin embargo, daba vida con sólo mirar, comunicándose sin necesidad de palabras. Y eso sigue sin cambiar. De vez en cuando lloraba , sólo con ver a alguien llorar o acordarse de algo triste. Siempre fue igual de estúpida, pensando más en los demás que en sí misma. Y aún así, siempre estuvo sóla.

No recordaba el rostro de su padre, que la abandonó con tres años. Ella ni siquiera sabía que tenía un padre y nunca se molestó en preguntar. Hacía lo posible por encajar, hacía lo que los demás hacían, soñaba con tener un amigo y no pasar el rato del recreo sentada en una esquina, mientras los demás la miraban mal, sin más compañía que la de su propia soledad. No le interesaba nada de su colegio y sus buenas notas sólo aumentaban la envidia de sus compañeros. Allí lo tenía todo perdido. y aún así, nunca se rindió, no abandonó, siguió yendo cada día, aguantando las burlas, abrazándose a ella misma, evitando las lágrimas. Desde entonces con la máscara de la falsa sonrisa sobre los labios, encajando cada insulto como si no le importara, sin defenderse, sin responder.

Entonces llegó él, esa pequeña cosa a la que tanto quería como odiaba a la vez, un pequeño alien también llamado "hermano"

Y aquel otro ser, sin nombre ni descripción, aquel ser al cual era imposible llamar persona.

Recordaba sus pasitos por la escalera, bajando, corriendo hacia el piso de su madre, tan sólo un piso bajo el suyo. Y llamar al timbre. Ese ser abrió la puerta. 

-¿Qué haces aquí, niñata de mierda? No te voy a dejar entrar ¡Tú no eres de esta familia!

Y la puerta cerrada de nuevo frente a ella.

Subió las escaleras lentamente y se lo contó a su abuela. Ese fue el principio del infierno.

De los golpes, del relucir del fuego, de las lágrimas constantes, del frío de noche, de los gritos, de ver a su madre llorando, abrazando a su hermano con fuerza. Y las amenazas de suicidio, y más golpes, y más llantos, moratones en la piel de su madre, palabras de perdón.

En sus ojos clavada la fría mirada de él mientras ella se quedaba sin respiración por aquel golpe mal intencionado.

Y, después de eso, acabó. Su madre dijo: ¡Basta!

Pero ella ya se había acostumbrado a sonreír por sonreír, por no hacer sufrir a los demás, simplemente por eso. Y pasó el tiempo y todo siguió como siempre.

Internet era su única salida al mundo, Internet era su vida. Pasaba las tardes mirando foros y foros y jugando a alguna consola. Su vida empezó a cambiar el día en que decidió entrar al foro de AC, en Junio de 2007.

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Maki

Ella.

La conoció a ella.

En Julio.

Ella era de Canarias, por lo que siempre la esperaba conectada sobre las cuatro de la tarde. La esperaba con una sonrisa, que se iluminaba al ver su ventanita salir. En tan poco tiempo se convirtió en su mejor amiga. La amaba tanto que habría dado su vida por ella si se lo hubieran pedido. Era su primera amiga, la única que había sabido comprenderla. La única que le había dicho palabras de sincera amistad. Vivía por y para ella.

Y llegó él.

7 de Septiembre

KuroKuro

Él.

Su mejor amigo, su primer amor. 

El primero con el que podía pasar la tarde charlando, sin aburrirse, esperando de nuevo esas conversaciones entre los tres.

Barcelona.

El primero por el que lloró, el primer y único amor que no le fue correspondido, o eso creía ella.

Pasaban las tardes, el tiempo, los findes. Gastaban las sonrisas, las palabras, los te quiero.

Y esas ganas de besarlo, aunque ella ni siquiera sabía besar.

Esa creencia inocente de que todo podía salir bien, de que incluso podrían verse algún día.

Eran los tres mejores amigos que podían encontrarse, por lejos que estuvieran unos de los otros. Maki sabía 

el amor de ella por Kuro, nunca le dijo nada en contra. Y ella seguía en su sueño, en su pequeña nube.

Hasta que algo tiró de ella hacia abajo. Maki dejó de hablarle de repente, dejó de conectarse y Kuro le decía que Maki no quería hablar con ella. Qué estúpida era. ¿Por qué ese cambio de repente? De un momento a otro..

Ella no lo soportó. Desapareció de todos los lugares virtuales donde podían encontrarla, sin mirar atrás, perdiendo un amor y los mejores amigos que había tenido nunca. Y aún así se fue, por no querer soportar el  dolor.

Hasta Septiembre de 2008 no se atrevió a volver. Y fue lo mejor que pudo hacer nunca.

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