Y sí, le guste a quien le guste, lo echo de menos. Cuánto me gustaría una de esas noches en casa de Rukia, sólos los 4, con la cachimba, los cigarros y nosotros. ¿Qué más nos hacía falta para pasar la noche en vela?
Y dormir abrazada a ti la poca noche que nos quedaba. Despertar y verte a mi lado. ¿Quién tiene derecho a prohibirme que eche eso en falta?¿Quién? Nadie. Ni siquiera yo. Y créeme, en este momento, lo necesito.
♥
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