24 de mayo de 2011

Ninguna promesa se cumple, todos cambiamos de opinión y nos negamos a cumplirlas. Ni siquiera las promesas que nos hacemos a nosotros mismos. Ni las que hacemos a las personas a las que más amamos. Nada, ninguna promesa es cierta. Con el tiempo.. simplemente.. se desvanece, carece de interés, le quitamos importancia.. y queda en nada, como si nunca hubiera existido.
Y si alguien cumple una promesa que te hizo (una promesa de las importantes) entonces es que es de las pocas personas a las que realmente importaste. 
Yo ya casi no creo en las promesas.

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