9 de mayo de 2011

Vooolvemos a la rutina. Se acabaron las vacaciones y queda el pequeño empujón hasta verano. No quiero que llegue verano. Y sí, seguramente soy la única persona del mundo que dice esto pero ¡NO QUIERO QUE LLEGUE EL VERANO! 
En verano me toca despedirme de todas las personas que me importan para volver, tras dos meses y pico y que ninguna de ellas me recuerde, o lo haga sólo vanamente. Y soportar sin verlos a todos ellos, a cada uno de mis amigos, incluso a aquellos con los que ahora hablo algo menos pero a los que también les tengo cariño.
Y lo que es más importante: Despedirme de él, soportar la distancia durante dos meses. ¿Seríamos capaces? 
Yo sé que por él, esa personita a la que amo tanto ahora, por aquel que me hace despertarme sonriendo, o llorando. Por aquel en quien se basan mis malos o buenos días. Por aquel por quien tengo miedo... lo haría. Pero hay tantas cosas en contra, hay tantas cervezas en una cervecería.. y a los hombres les gusta tanto beber.. Es lo mismo que con las mujeres. Si te ponen una cerveza abierta delante, te la bebes. Si una mujer se te pone abierta de piernas delante, lo haces. Y tengo miedo a que alguna le guste más que yo, a que me acabe dejando porque tiene 4 más. Y yo no estaré aquí para abrazarle e intentar de alguna manera que se lo vuelva a pensar, no, yo estaré lejos y lo más que podré decir será: "Uhm.. está bien" y hacer como si nada me importara, como hago siempre. 
¿Qué pasará en verano? No quiero saberlo, no quiero irme, quiero quedarme aquí, a su lado..

No hay comentarios:

Publicar un comentario